domingo, 20 de noviembre de 2011

¿Fuímos a la Luna?

LLEGADA A LA LUNA

El 16 de Julio de 1969 los astronautas Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin despegaron de Cabo Kennedy en Florida a bordo del Apolo XI rumbo a la luna. Neil Armstrong fue el primer hombre en poner un pie en la luna ¿O no?...
En internet, hay tantas páginas que confirman que llegamos a la luna como páginas que lo niegan. Hay cientos de libros y de programas de televisión que dicen que las fotografías y videos que todos hemos visto fueron realizados en la tierra por un equipo de Hollywood, ¿Es posible que estemos realmente ante la mayor conspiración de la historia?

Los escépticos exponen que NO llegamos a la luna por estos hechos:

- En las fotos se ve claramente que la bandera ondea , pero en la luna no hay viento.

- En ninguna de las fotos se ve estrellas.

- La huella que confirma de que el hombre llegó a la luna es demasiado perfecta, al no haber humedad.

- Y si estuvimos una vez… ¿porqué no hemos ido de nuevo?



En respuesta a los escépticos, los que creen que el hombre SÍ llego a la luna exponen:

-   En realidad la bandera estaba fabricada de la siguiente manera: un mástil vertical con rail horizontal en la punta por el cual se desliza la bandera para que se mantenga extendida. Al igual que con una cortina de baño, si el tejido no queda totalmente extendido, forma unas ondulaciones que pueden ser confundidas con la ondulación producida por el viento.
-   ¡En realidad las estrellas están ahí! La superficie lunar refleja muy bien la luz solar, con lo cual tenemos una luminosidad muy alta, luminosidad que impide que salgan las estrellas en las fotografías.
-    De nuevo, esto es fácil de comprobar. Si nosotros dejamos caer un kilo de harina en el suelo y soplamos con fuerza, veremos que la harina se esparce en todas las direcciones, y que parte de ella vuelve a depositarse en el lugar donde estaba. En la Luna pasa lo mismo, aunque todavía más exagerado, dado que la gravedad es bastante inferior. Así, gran parte del polvo lunar removido por el módulo lunar volvió a depositarse a los lados (y encima) del módulo, por lo que Armstrong pudo “dejar huella” en la Luna.



-   Por una simple razón: no era práctico. Poner un ser humano en la Luna no era una búsqueda científica ni mucho menos algo útil, todo lo contrario, era simplemente una demostración de poder durante la Guerra Fría, un acto simbólico.

En conclusión, hemos podido resolver las dudas de los escépticos con pruebas lógicas e irrefutables sobre el hombre, que en verdad, llego a la luna.